MI PRINCESITA

MI PRINCESITA
Hace mucho tiempo que no escucho esa vieja historia, padre-¿me la cuentas? ¿La recuerdas?.Mientras ellas hablaba ,él la miraba con ternura ;fue entonces que empezó a recordar lo que ya estaba olvidando:
¡Una vez!.No. ¡Cierta vez! Una princesita paseaba por los jardines del palacio ¡que bella princesita! ¡Que hermosa mirada!; tan perfumada, hermosa, graciosa, iluminada. Yo la veía ;no podía dejar de mirarla .
-¿Por qué? ¿Por qué no amaba?.Yo sabia que lo único que reconfortaba su pequeño corazón triste ,eran aquellos paseos ¡si! , esos paseos…
Esa misma mañana yo iba caminando, llevaba los mismos harapos; fue entonces cuando su melodiosa, dulce , entonada y perfecta voz me envolvió –Tomás ,Tomás -¿Qué es amar? ¿Lo sabes?.En realidad no podía definirlo, intente convencerla con diversos argumentos, pero siempre se jactaba de mis respuestas:
-¡crees que eso es ``amar”!, pensé que lo sabias.
De tanto pensar solo se me ocurrió decirle como me sentía cuando la veía. Fue entonces que le comente:
¡Amar!, ¡amar!;pues veras estimada princesita ,” amar”,”amar”… .Pues amar es saltar-¿saltar?-si porque cada vez que te veo mi corazón salta como un sapo y te diré sin sonrojarme que “te amo”.
¡Que dulce!, que dulce fue escuchar la bella sonrisa de una princesita que iluminaba al pequeño pueblo de Barton.
Después de recordar esta pequeña historia, ambos, padre e hija se abrazaron reconociendo que siempre se amarían.